ANTONIO GIL

Mi nombre Antonio Gil Campanario, soy guitarrista español de origen andaluz, concretamente nacido en Sevilla con una mezcla de madre gaditana ( Cádiz) y padre sevillano (Sevilla), la alianza perfecta que ha
dado fruto a mi inclinación musical. En la actualidad estoy residiendo en la isla de Mallorca (Islas Baleares), donde llevo desarrollo mi profesión desde hace casi 20 años.

 

En lo referente al instrumento, son ya 35 años de bagaje en el aprendizaje y perfeccionamiento, y si tuviera que definirme en una categoría, lo haría en lo que podría denominarse como concertista flamenco de composición propia, sin embargo amplío mi repertorio con piezas de guitarra clásica, a las que acoplo los estudios de armonía en los que estoy inmerso hace más de 10 años.

 

Habiéndome iniciado con 4 años en la escuela de Berklee en Barcelona y otros 5 años de estudio armonía de la escala Maqam-Árabe, a día de hoy sigo estudiando el amplio universo de la armonía, una esfera sin fin.

 

Con tan solo 4 años ya comenzaba a llamar a mi puerta el duende de la música flamenca, como no podría ser de otro modo viviendo donde vivía, y como mucho esfuerzo y perseverancia, con dieciséis años conseguí que mis padres pudieran comprarme mi primera guitarra, desde entonces el recorrido por distintos Maestros y Escuelas del flamenco me han acompañado durante toda mi vida, con momentos para recordar y otros para olvidar, me veo ahora en un camino que no tiene fin, donde cada día se sigue aprendiendo y poder así aplicarlo a mi trabajo de la mejor manera posible.

 

Igualmente combino mi actividad de concertista con la enseñanza de la guitarra en clases individuales, presencial y/o online, y es que cuanto más aprendo y conozco el instrumento, mayor es mi anhelo de difundirlo a quien decida adentrarse en este maravilloso universo.

 

El grueso de mi trayectoria como guitarrista tuvo lugar en Andalucía, pasando por distintas Peñas y Tablaos, y desde mi llegada a la isla presto mis servicios en exclusiva a hoteles de alto standing y eventos privados, como pedidas de mano, bodas, aniversarios y cumpleaños.

 

Como enamorado de la música, y en particular del flamenco, cuando tengo la guitarra en mis manos, mi objetivo es poder transmitir y expresar lo que siento con mis composiciones como vehículo, y mostrar al oyente la riqueza armónica del flamenco, que va más allá del producto comercial que podemos haber escuchado en alguna ocasión y no han conseguido el objetivo propio de la música, que es hacernos disfrutar, viajar a través de ella y aplicar un bálsamo de buena vibración al alma.